jueves, 10 de diciembre de 2009

Un esquizofrénico en la disquería

Vuelve a aparecer en la tienda hablando con alguien que nadie más puede ver. Se pone el uniforme y ordena los disco. De la "a" a la "z"; izquierda a derecha, de arriba hacia abajo.

- ¿Cuántos discos ha vendido hoy? -Pregunta la jefa de local.
- Bueno... son 40 en total, solo que veinte de ellos son imaginarios. -Dice el cajero consternado.
- Tendremos que pedirle el rembolso por esos discos imaginarios, son cada vez más difíciles de encontrar.

sábado, 21 de noviembre de 2009

.-

Dijo que iba a ir a comprar papeles bonitos para hacer cartas. -Piensas mientras caminas en dirección a tu casa, pero te sobra tiempo, como a los griegos que se dedicaban a medir pirámides. No te das ni cuenta y tus pasos se están dirigiendo a otra parte, mientras tu mente enumera todos los locales donde venden papeles para hacer cartas que conoces.

Los empiezas a recorrer uno por uno, y a medida que pasa el tiempo, pierdes las esperanzas. Si solo fue a comprar papeles ya debe estar de vuelta en su casa. -piensas. Pero no, algo no te calza... sabes que no quiere estar en su casa, porque también le sobra tiempo como a los hippies. Si le sobra tiempo, debe estar haciendo otra cosa, lo sabes... pero no sabes qué, y por más que piensas se te ocurren solo las cosas que tú harías. Y te sientes egoísta... sí, qué asco te das. Si hubiese un espejo cerca, de seguro lo romperías.

Pero sí hay espejos cerca... de hecho, están por todas partes... en las ciudades llenas de cemento ponen vidrios que reflejan todo, como si necesitaran tener más humanos y sentirse menos solos.

Y no, no está por ninguna parte. Es casi seguro que está en su casa, como la gente normal. Pero no te resignas... no puede ser. Justo ese día tenías las palabras exactas para decirle. En ese momento, ese instante de claridad. Era algo como "sé que las cosas no suelen ser así, pero igual se puede intentar, ¿no?". Pretendes insistir y agotar a todo el mundo con tus estupideces... esa siempre fue la idea, ¿no?

La gente siente ese extraño dolor de estómago y de cabeza cuando está contigo, algo así como querer alejarse pero ser tirado por una fuerza sobrenatural hacia tí. Sí, eres terrible. Es porque a veces no sabes lo que haces, no piensas... no razonas nada... como si por momentos tu cabeza estuviese completamente vacía. Como una leal híbrida de la vida, ¿no?

Definitivamente no está... se fue a su casa y tu devuelves tus pasos hacia la tuya. Y crees que tu 'yo imaginario' está completamente aburrido de tí. Sabes que busca la boleta de venta todos los días para ir a devolverte a la tienda de rebaja de donde te sacó.

martes, 17 de noviembre de 2009

Ballet

Me encanta y me carga el ballet (si, al mismo tiempo). Me encanta porque es bonito. Me carga porque me engaña. Me hace creer algo que no es. Me hace creer que las relaciones de pareja son súper fáciles. Miren, les explico la toería de todo esto:

1.- Bailarín principal es presentado como alguien muy bueno.
2.- Bailarina principal es hermosa y se siente sola. También hace el bien.
3.- Bailarín principal conoce a la bailarina principal y se enamoran.
4.- Bailan un rato y se besan.
5.- Alguna situación o persona (o ambas) intentan separarlos.
6.- Luchan por su amor.
7.- Vencen y quedan juntos para siempre.

Cuando salgo del teatro municipal, después de ver ballet, siento que puedo conquistar a quien sea. ¡Es súper fácil! Pero después resulta que me veo enfrentada a la persona y BAM. Listo, me doy cuenta de que no es ni remotamente fácil.

Lo peor es que el bailarín se enamora de la bailarina ¡sin siquiera conocerla! ¡pero nadie le critica nada! Si a mi me gusta alguien sin conocerlo tanto. Uy, es terrible. Si llevamos poco tiempo conversando, es imprudente.

Y luego me armo de valor para decir lo que siento... ¡pero no sale! y cuando sale, es torpe. O lo escribo porque no puedo hablarlo y luego me doy cuenta de que soy pésima porque suelo tener ese famoso problema "unidireccional".

Agh... maldito Ballet. Es casi tan mentiroso como los gringos... con la diferencia de que el ballet es lindo.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Incertidumbre

Y ahí me quedé de nuevo... como si el tiempo se hubiese detenido, en ese segundo de oscuridad donde mis ojos estaban muy abiertos; intentando capturar algo, entender el entorno... qué se yo. Todo fue más lento. Agotadoramente eterno. Era esa detestable incertidumbre de mi precario equilibrio: era no saber si había más peldaños en la escalera que estaba subiendo.

Mi cuerpo empezó a tiritar... el no saber me asusta, me pone impaciente.

Decir "Si, el peldaño es imaginario" y luego verme rodando por el piso... ojalá golpeándome fuerte contra el suelo, para resaltar mi error y tener razones por las que llorar. O pensar "Tal vez si existe un escalón más", y luego llegar a superficie y tener razones para ser realmente feliz. No estar acá... en esta tierra de nadie. Con el pie en el aire, dudando si apoyarlo o no... esperando que el peldaño se acerque solo (como si esas cosas pasaran). Tratando de averiguar si hay espacio para mi humanidad en la habitación a la que planeao llegar.

Pero ahí seguía en ese segundo eterno... con el pie dubitativo y los ojos abiertos... intentando captar señales que tal vez nunca llegarían.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Los gringos dicen puras mentiras

A ver... déjenme decir que después de hacer una encuesta pequeña con mis conocidos, descubrí que eso de jugar con los perritos en las plazas son sólo inventos gringos.

Tengo una perrita que se llama Helena. Y la saco a pasear todos los días, pero siempre los domingos son especiales. Porque hay más tiempo. Entonces le compré una pelotita verde y la saqué a pasear.

Cuando estábamos en un lugar central de la plaza que queda frente a mi casa, le solté la correa y le lancé la pelota, pensando que -como sale en las películas, -ella iba a correr, tomarla con la boca y devolvérmela a los pies. Pero lo único que hizo cuando la lancé fue mirarme con cara de Dr. House enojado... como diciendo "¿Realmente esperas que vaya a buscar esa pelota para luego traértela y que me la vuelvas a tirar?".

¿Saben? Han habido situaciones en mi vida en las que me he sentido estúpida... pero creo que esa alcanzó mi top 10. Fue simplemente la imagen:

Yo, emocionada hasta el punto de saltar, tirando la pelota - Helena siguiendo la trayectoria del objeto con los ojos - Helena mirándome raro - yo torciendo la cabeza - Helena se transforma en Dr. House.

Pero bueno, al menos tengo el consuelo de que no soy la única que ha intentado lo mismo con sus perros y no les ha funcionado. Yo insisto que es culpa de los gringos y sus películas.

sábado, 3 de octubre de 2009

Random

Hace algún tiempo, prefería las croqueras para escribir, ya que así podía juntar más mi letra y hacerla rendir. Nadie -aparte de mí -Podía entender una sola palabra de todas las cosas que escribía, y eso lo agradezco, ya que eran pésimas. A veces me pongo a pensar en qué me hizo perder tanto tiempo de mi vida escribiendo sobre una chica que va a ver a su psicólogo. Era tan miserable la vida de Sofía. Sus papás murieron en un incedio (poco original), y era amiga de una paloma. Recogía carteles de las calles y los pegaba en su pieza, sin que tuvieran sentido alguno.

Lo asocio todo a mi falta de seguridad en ess tiempos, sentía que ni siquiera mi tiempo era valioso... entonces lo perdía en eso. Y achicaba mi letra hasta llegar a niveles completamente ilegibles.

Hubo un tiempo, el año pasado, en que escribí con la letra manuscrita. Pero lo mío es la imprenta. No sé por qué. Cuando pequeña, sufría con esto de escribir lindo y redondo; nunca tuve mucha motricidad fina, pero me encantaba recortar.

Me parece irónico... Muchas veces me sentí "redonda"; otras tantas veces me he sentido como tijera.

Y, tal vez suene ridículo, pero he llegado a sentirme como una fotografía ¿A quién no le ha pasado?

sábado, 26 de septiembre de 2009

Responsabilidad

Recuerdo la primera vez que encendí unos fósforos. Sentí que tenía el mundo en mis manos.

viernes, 4 de septiembre de 2009

¿Cómo te lo explico?

No sé si conocen una (extraña) costumbre que hay acá en Chile que consiste en golpear a alguien en el hombro y decir "poncho" cada vez que ves un Volkswagen tipo "escarabajo" pasar por las calles. Quizás no tiene mucho sentido, y creo que para mí tampoco hay uno específico, pero es inevitable. Cada vez que veo uno, golpeo a quien venga a mi lado.

Hoy venía con Pamela, caminando desde el colegio a mi casa y vimos uno. Las dos nos golpeamos al mismo tiempo y luego empezamos a reír. Suele suceder que en días melancólicos como lo fue este, la risa es algo recurrente, y a carcajadas, para luego quedar en estado vegetal. Como sea, nos pusimos a reflexionar lo incómodo que debe ser para alguien que tiene un escarabajo. Debe ser raro andar por las calles en tu auto y ver que toda la gente se anda golpeando cuando pasas.

Y después, empezamos con los marineros. Dicen que cuando ves un marinero, tienes que pellizcar al que está contigo. ¿Te imaginas ser marino y caminar por las calles? Todos pellizcándose cuando pasas... y tú pensando "soy yo, ¿cierto?". Imagínate llegar a una fiesta... todos te molestan y se pellizcan entre ellos. Y hastiad@ dices "Ya, paren, en serio, no molesten".

Créditos por la inspiración, las imágenes, las conversaciones y las frases: Pamelita.

jueves, 27 de agosto de 2009

Cosas de la vida diaria

Hay un caballero que toca guitarra en el paseo huérfanos, cerca de CODELCO, es ciego y tiene un bastón amarrado a la espalda, por lo que adivino que le cuesta caminar. Casi siempre lo veo, parado ahí, con la armónica atornillada a su tizona milenaria. A veces me gustaría poder darle algo más que sólo dinero.

A veces el dinero queda tan corto... me gustaría invitarlo a tomar tecito e interrogarlo. Saber qué hace en sus tiempos libres (bueno, antes tendría que preguntarle si tiene tiempos libres), cuál es su comida favorita, su canción favorita, todos sus favoritos y luego cerrar nuestra conversación con una frase intrigante como "Las plantas crecen hacia la luz".

martes, 18 de agosto de 2009

Corte de pelo

Ese día traté de hacerlo de nuevo. Junté fuerzas y caminé al peluquero de la mano de mi mamá que repetía "No serás más tonta si te cortas el pelo... Que lesita eres". Pero no, no son bobadas. Desde siempre pude observar cómo la gente de pelo corto en mi familia era la que peor actuaba... mi abuelo, mi tío, y para qué decir mi padre.

Faltaban pasos. Lo juro, eran pasos, de verdad lo iba a hacer, pero me arrepentí y quise salir corriendo. Entonces mi mamá apretó más mi mano, entró a la peluquería conmigo, y en vez de sentarme en la silla de clientes, me acomodó en el sillón de espera. Se paró decidida frente al peluquero y le dijo:

"Córteme el pelo... algo así como Sinead O'Connor".

Y ese día, mi mamá se cortó el pelo para mí. Sin ninguna lágrima, más con una sonrisa.

Ahora me corto el pelo una vez cada dos meses.

sábado, 8 de agosto de 2009

... Me tomó por sorpresa

Y luego me pregunté ¿En qué momento empecé a ser parte importante de su vida?

Creo que todo empieza cuando distingues a alguien a la distancia, una persona que ya te pertenece en cierto sentido (en el menos posesivo que hay). Una persona que ves muy lejana, de esas que salen en las películas y con quienes te identificas de vez en cuando. Y es inevitable sorprenderte cuando te incluyen en algo tan cotidiano de sus vidas como tomar un café.

Sí, es lo especial del tiempo... que a pesar de que no nos pertenece, podemos regalarlo. Y he recibido regalos de tiempo, probablemente muchos más de los que merezco.

Cambio la pregunta ¿En qué momento se me hizo tan emocionante ser parte de la vida de alguien más?

Desde hace algún tiempo se me acelera el corazón cuando me doy cuenta de lo complejo que parece todo eso. Y me dan ganas de llorar cuando mi hermana pequeña dice "te quiero", de esa forma tan sincera, mientras juega con plasticina y ve el Disney Channel. Lo dice así, como si fuese la cosa más obvia del mundo. Yo tuve que dejar el sandwich que me estaba comiendo de lado para absorber esas palabras. Después de unos segundos dije "Yo también", hice que me mirara y le dije "Oye, en serio". No recuerdo como era mi vida desde antes de la llegada de algunas personas... ¿Qué hacía en mis ratos libres? ¿En qué pensaba? ¿Qué cosa me hacía feliz?

Y hasta este momento... he llegado sólo a conclusión de que debería dejar de hablar con el poster de "El Principito" de mi pared y ponerme a estudiar. Al menos por unos cuantos días.

jueves, 6 de agosto de 2009

Sentimiento de inferioridad

- ¡Ella! Vamos, sólo llevamos 5 minutos de caminar y ya estás cansada. - Le dije a la pequeña perrita blanca que se reusaba a seguir avanzando por las calles del centro. - Me pagan por media hora... no me gusta hacer trampa. - Insistí, pero Ella seguía completamente decidida a no caminar.

Entonces, lo vi... a él.

Es uno de esos hombres que simplemente miras y adivinas que están atravezando el proceso llamdo "Crisis de los 40". Tiene tres galgos intimidantes, camina con gracia, un poco como Lucius Malfoy. No mira a nadie, y sus perros tampoco. Avanza como creyendose el centro del mundo, tiene claro que mayor parte de los ojos están posados sobre é y sus perros. Uno de los galgos es café, uno negro y otro blanco, todos avanzan delicadamente, y frenan cuando él les dice. La gente los esquiva, al menos a un radio de un metro. Y cuando se le ocurre entrar a alguna tienda, ni siquiera los guardias se atreven a dejarlo afuera.

Pasó a metros de distancia del lugar donde yo estaba parada. Me dio una mirada e inclinó su cabeza. Creo que lo he visto todos los días por tres años consecutivos, no me extraña que desde hace un par de meses ya me haya empezado a reconocer... o tal vez mi mirada sobre él es muy insistente y no puede evitar sentirse incómodo. O creer que lo conozco de otra época (claro, con lo vieja que soy).

Como sea, cuando lo ví doblar por la esquina. Bajé mis ojos y vi a Ella, la pequeña perrita (ahora gorda) tirada en la calle sin intenciones de moverse.

Suspiré tremendamente resignada y la llevé en brazos unas cuantas cuadras hasta que llegamos a un lugar con más pasto para que se anime.

Mi vida se pone en perspectiva... a diario.

sábado, 13 de junio de 2009

Me había acostumbrado al 2008

A veces aún pongo la fecha del año pasado en las pruebas... simplemente no puedo creer que se haya ido... así como si nada... justo cuando me había adecuado a escribirlo recién en diciembre.

2009 me suena a agresivo, me afecta que sea tan redondo y suene tan cuadrado.

Y ya que estoy con números...
¿No creen que la tabla del 3 es la más maravillosa? Cuando recién aprendí a dividir, anotaba números monstruosamente grandes para dividirlos en tres. Aunque hoy en día, estoy algo traumada con el 2, sobre todo cuando como. Por ejemplo, si estoy comiendo galletas, saco dos del plato y las dejo en mi mano; o si es una sola, la divido en dos antes de comérmela.

A pesar de todo, mi número favorito es el 5. Y cuando yo lo dibujo parece tres.

Mi 'r' parece 's' y viceversa... y... ¿empecé a hablar de letras?
Pamela dice que la 'p' es la letra de la madurez... y mi 'p' a veces parece 'd' porque le hago el palito muy corto. Mi 'a' es extremadamente abierta, se supone que es la letra de la comunicación.

Me gusta la letra de Frank. Su 'f' es... como una 'p' sin guatita.

jueves, 11 de junio de 2009

Vida

Cuando escapé de tus brazos y caminé entre el frío de la ciudad, sentí que algo resbaló de mis dedos y cayó al suelo, entre mis pies. Busqué por mucho rato, incluso pedí ayuda. Pero creo que de todas formas no lo iba a encontrar de nuevo (no sin tí).

Tus labios susurraron en mi oído, antes de partir:

"No moriste por cansancio... sino que porque viviste demasiado."

Y dejaste caer dos lágrimas silenciosas, al suelo, cerca del lugar donde creí haber perdido ese 'algo'.

lunes, 8 de junio de 2009

Término de... ¿qué exactamente?

Algo que realmente nunca logré comprender: ¿qué escondes tras ese par de ojos?

Corrí por los pasillos, esperando llegar a tiempo, cargando tantas cosas en la espalda y muy pocas en la mano. Te veía a la distancia, pero sólo entre atisbos de realidad y fantasía. Parecía como si todo, por un momento, fuese injusto y luego favorable. La dualidad de tu expresión me dejaba mucho espacio para dudar.

¿Por qué será que el ser humano tiene dos ojos? ¿Dos oídos? ¿Dos manos? ¿Y aún así un sólo corazón?

viernes, 29 de mayo de 2009

Aleteos en el estómago

Es curioso que la misma sensación que tenemos cuando estamos asustados, es la que asimila a cuando estamos enamorados. También cuando estás triste... o feliz.

Quizás el amor resume todo eso.

Pero no es simple.

No sé por qué la gente suele asociar la palabra "resumido" con "sencillo".

A veces, el hablar las cosas es lo mejor que se puede hacer.

martes, 19 de mayo de 2009

Inocencia

Querido David:

Imagina un día nos perdemos por ahí. Así como se esconde el cielo tras las nubes. ¿Somos así tan grandes como el cielo? Yo me siento muy chiquito, pero mi mamá dice que hablo mucho. Tal vez lo que digo me hace ser grande. Así tan grande como el cielo. Yo creo que en realidad no es tan grande. Se parece un poco a esos algodones de azúcar que me compra mi hermana, cuando los apretas son realmente chiquitos. Después de todo, el cielo es sólo aire. El aire se aprieta... ¿En qué se convierte el aire cuando se aprieta? ¿Es agua? ¿O fuego? ¿Cómo se podría apretar el aire? ¿Crees que los aviones "aprietan el aire" para poder volar? A mí me dan miedo los aviones, y eso es raro porque mi papá es aviador.

La verdad es que ni siquiera sé si puedo escribir bien. Antes de enviarte esta carta le dije a mi abuelita que tratara de hacer que se entendiera un poco más. Ella dice que pienso muy rápido y escribo muy lento. Tal vez se me enredan las cosas. ¿Vas a venir a mi cumpleaños? A mi hermana se le escapó que van a traer a un mago, como de esos reales... que hacen desaparecer las cosas. ¿Me podrá desaparecer a mí? ¿A dónde voy si me hace desaparecer?

Me dijeron que no te ahogara tanto con preguntas. Dijeron que estabas cansado con todo esto de la universidad y que mejor fuera breve. Pero te extraño, David. ¿Cuando se acaba la Universidad? ¿Y si le digo al mago que la haga desaparecer?

Con cariño, Willy

PD: Sí, ahora me llamo como Willy Wonka.


Terminó de leer confundido. ¿Quién recórcholis era David? Fuera quien fuera; tenía claro que no era él. De todas formas, sacó un lápiz y una hoja en blanco para responder.

domingo, 3 de mayo de 2009

Decepción


No, eso no podía ser cierto. Ya casi eran las doce de la noche, de aquél 14 de junio cuando cumplí 11 años. ¿Dónde estaban las lechuzas? ¿Y la famosa carta que supuestamente debía llegarme? Admitámoslo, mayor parte del tiempo era lo suficientemente rara para entrar a Hogwarts, pero por alguna razón, las calles seguían igual de vacías de siempre. Y los únicos pájaros que volaban eran los que alcanzaba mi imaginación a recrear. Me fui a acostar, pensando que probablemente no me dejaron entrar porque tenía frenillos... los magos discriminan mucho.

Me levanté algo angustiada, ya no era 14 de junio; eran las dos de la madrugada del 15. Me miré al espejo y observé fijamente mis frenillos ¿No sería que los hechizos rebotan en esas cosas y por eso no es conveniente entrar a Hogwarts?

Mi madre me llevó el desayuno a la cama y me dio un agradable abrazo. Pero yo seguía fantaseando con que algún día, podría preparar el desayuno desde mi cama con la ayuda de una varita.

Todo por los frenillos. Todo por haber tomado leche en mamadera hasta muy tarde, todo porque mis padres no me quitaron el chupete a tiempo. Eso provocó que mis dientes crecieran en diferentes direcciones (casi mutantes) y luego, no pude entrar a estudiar magia.

¡Y todo por el dentista tambien!

Los dentistas en serio se quieren apoderar del mundo, creanme.

miércoles, 29 de abril de 2009

Mi sueño es ser daltónica

Aunque sea por un día.

Quiero ver el famoso transantiago de otro color.

martes, 28 de abril de 2009

[Untitled]


Siempre veo los cuentos sin título como algo que quiere parecer misterioso pero que simplemente es indefinible. Bipolares tal vez; o peor, multipolares. Quizás son sólo cosas en las cuales no queremos pensar... entonces no rebuscamos títulos en nuestras cabezas. Tengo muchos cuentos de ese tipo (o tenía, en el cuaderno que perdí). Bueno, cualquiera sea el caso, me tiene dando vueltas.

... A veces me pregunto si yo soy uno de esos cuentos sin título.

jueves, 23 de abril de 2009

Liceo 1 en cien palabras

Hubo un concurso en el liceo del cual no me enteré hasta que el plazo de entrega ya había terminado, aún así, escribí un pseudo cuento corto...

"¿Quién necesita cien palabras para describir al liceo?" pensó la chica después de ver el anuncio pegado en la pared. "Yo sólo necesito unas cuantas: 'Masa de profesores y alumnas encerrados en un establecimiento con rejas verdes (mal pintadas).'"

martes, 21 de abril de 2009

Cumpleaños


Feliz cumpleaños, Lizz.
(L)

[Si eres Lizz, mira al final del blog. Bien abajo]

lunes, 20 de abril de 2009

Agh

No entiendo cómo la gente puede ser tan inconciente con los animales. En serio.

Hoy estaba con Rhea, en su casa y vimos un perrito tirado en la calle. Era blanco y muy bonito. Su pelaje suave representaba gran parte de su personalidad amable. Una señora estaba hablándole y le hacía cariño. Vimos que el perro a penas se movía y nos acercamos para ver si podíamos hacer algo por él (o quizás por simple curiosidad). La abuelita nos contó que lo habían apuñalado hace algunas semanas y que aparentemente le había entrado una infección. Nos dio mucha penita. Ya que el pobre se notaba decaído y con cero ánimos. Le hicimos cariño y en seguida le preguntamos a la señora dónde podíamos llevarlo. Evidentemente ella no llegó más allá de hacerle unos cuantos cariños y luego irse con su propio perrito (sano). Con Rhea nos fuimos a conseguir algo de comida para darle (ya que yo me había acabado lo que traía en la mochila en la mañana). Y el pobre apenas comía. Como que estaba bien desconfiado de todo al principio (evidentemente, si lo acuchillaron unos inconcientes), pero finalmente comió un poco.

Me sentí tan mal… porque el estado en el que estaba era realmente triste. Llamamos a la sociedad “protectora” de animales, pero no hicieron nada, y dijeron que era imposible que pudiesen llegar a ayudar. Se supone que están ahí para proteger a los animales. Pero lo único que nos dijeron era que le diésemos unos antibióticos súper rebuscados. Me dieron ganas de decirle al tipo que nos contestó “Claro, todos tenemos antibióticos bajo la manga para casos como este”. Malditos. Se supone que están ahí para ayudar a los animales como ese. Y más si unos borrachos llegaron y lo atacaron. No sé con qué cara los llaman después “El mejor amigo del hombre”.

Buscamos antibióticos, pero claro, no es muy común encontrar de esos en la casa. Y quedamos en que íbamos a juntar dinero para poder llevar al perro al veterinario mañana. O por último comprarle el famoso antibiótico. Pero dudo que podamos hacer mucho más porque seguimos dependiendo de nuestros padres en lo que respecta al dinero.

Lo que me da lata es que si ese perro hubiese sido un humano. La ambulancia llega en seguida, pero como “sólo es un perro”, nadie hace nada.

Agh.

martes, 14 de abril de 2009

Pascua sin huevitos.


Es que no entiendo a mi padre a veces... Le gusta actuar como si fuera una niña que necesita dirección para lo que tiene que hacer con su futuro. Pero luego, me trata como adulto y no me da chocolates de pascua.

Honestamente, esto fue como un balde de hielo en la cabeza. Y ni siquiera sólo en la cabeza. Sino que también en los pies, las manos y los ojos. Quizás por eso me resfrié.

Es que yo insisto en que todos mis resfriados son psicológicos.

Bueno, volviendo al tema. Mi mamá ayer me trajo huevitos. Pero no fue lo mismo. Y ella lo sabía. Aún así disfrutamos juntas de una cajita de chocolates que duró no más de 15 minutos.

¿Será que estoy empezando a crecer?

¡No quiero!

¿Acaso no ven lo pendeja que soy a veces?

jueves, 9 de abril de 2009

Te extraño...

¿Alguna vez te has preguntado por qué cuando echamos de menos a alguien decimos 'te extraño'?

Pamela dice que es porque estamos tan cómodos y complementados con alguien más, que cuando ese alguien se va por un tiempo, nosotros nos sentimos extraños y usamos esa expresión porque realmente sale del alma.

Y creo que tiene razón porque hoy pude comprenderlo mejor.

Extrañaba a Denisse. Y cuando la vi hoy y me golpeó con una almohada, pude recordar lo que era compartir sala de clases con ella. Luego quise irme del colegio. Luego deseé no haber entrado nunca. Y ahora no quiero irme. No sé si aguantaría el peso de... dejar de ver a ciertas personas... por mucho que 'mantengamos el contacto'. Definitivamente me sentiré extraña cuando salga del colegio. Y ya "extraño" todo ahora que sé que se irá.

Pamela cree que cuando entramos al colegio nos quitaron algo y lo guardaron en una caja, y que nos devolverán ese algo cuando nos vayamos. Pero... quizás... ya sea "extraño".

Siento que desde que entré al colegio dejé de crecer.

Oh Dios, me quedé pequeña... viéndolo así, sólo tengo 6 años. Eso es algo bueno.

lunes, 6 de abril de 2009

Loser


- La verdad es que eres la persona más loser que he conocido. - Dijo ella mientras yo seguía intentando arreglar mis lentes con algo de cinta adhesiva blanca (era lo único que había en mi casa).
- Aún podría ser peor. - Dije rendida al darme cuenta de que, por fallas de la vida, la cinta adhesiva simplemente no funcionaba para "arreglar" mis anteojos. Le saqué un cordón a mi zapato y lo amarré ridículamente para intentar sujetar el crital al marco negro de mis lentes.

sábado, 4 de abril de 2009

Sin titulo.

Me gusta mirarla mientras abre y cierra ventanas. Se ve extremadamente divertida; sobre todo cuando alguna no le funciona. Su rostro de frustración es único.

Los que han venido antes de mí me dicn que no me acostumbre mucho, porque duramos poco. "No más allá de dos semanas" concuerdan casi todos. Yo sólo llevo 5 días y ya me parece fascinante el llevar la cuenta de las cosas que escribe al día.

Me da risa su obsesión por escuchar música en cada momento del día. Y la forma en la que divide las bandas según su estado de ánimo.

Lo que es triste, es que a veces se olvida de mi existencia, tal vez se deba a lo tieso que siempre estoy. Aunque tiene bien claro que eso no es mi culpa.

De todas formas, comparándola a ella con algunas otras personas que me ha tocado compartir, es más sociable conmigo: Me habla y a veces hasta me cuenta sus dramas... como sus intentos fallidos de entender biología. Y me río cuando pretende estudiar cuando lo único que hace es hojear los cuadernos, quejarse de que no entiende y llamar a su amiga Natalia para que le explique.

Lo mejor de todo es que siempre se despide de mí...
Antes de presionar el botón de "apagar equipo", me dice adiós con su mano; a mí, su protector de pantalla.

miércoles, 1 de abril de 2009

No me gusta -- Me gusta.



No me gusta comer chicle. No sé por qué. Pero nunca me ha gustado. Detesto el olor, la textura y el ruido que hace al mascarlo también. Lo único que lo salva es la palabra "chicle"; suena bonito. El problema es que me recuerda a todo lo que significa. Todos esos niños haciendo globitos de chicle y dejando parte de éste pegado en sus labios. Una sustancia rosada y de olor extremadamente dulce.

Me gustan los dulces. Eso, sí. Los dulces. Aunque a veces le hagan daño a mi lengua y me duela el paladar. Me gusta la sensación de tener algo tan exquisitamente dulce en mi boca. Y que se vaya haciendo pequeño de a poco. Y morderlo pero sin que se rompa.

No me gusta esta necesidad viciosa que tengo por comerme las uñas. Y no tiene nada que ver con el ser femenina o no. Pero me duele escribir con los dedos mordidos.

Me gusta cuando tengo bolitas de anti estrés para distraerme. Pero, por alguna extraña razón, todas las que tengo mueren accidentadas.

No me gustan las sábanas blancas. Me dan unas ganas tremendas de ensuciarlas pisandolas con mis zapatos sucios.

Me gustan unas que tengo que son verdes. Son mis favoritas. Porque tienen verde y morado. No muchas fábricas de sabanas se atreven a hacer esa mezcla. Pero estas son tan atrevidas que me encantan. Son lejos las mejores que tengo.

domingo, 29 de marzo de 2009

Sometimes...


A veces...
Miro sólo a mis pies...
Curiosamente, en el suelo, las cosas no se ven solitarias. Al menos no para mí.

sábado, 28 de marzo de 2009

Scott.

No me estaba sintiendo bien, para nada. Fue como un golpe de realidad después de volver a entrar a esa estación de metro tan llena de gente. Tú me mirabas distinto, sé que me entendías, probablemente mejor que yo. Hablamos de algunas cosas, sólo unas cuantas, el resto del tiempo nos distraíamos compartiendo comentarios sobre películas que aún no hemos visto.
Te dije "Me siento un poco mal". Y fue como si usara el mismo significado de 'poco' que tú tienes; 'mucho'.
- Si quieres te presto a mi amigo imaginario, Scott. Aunque tú no lo puedas ver. - Dijiste después de darme un abrazo de despedida.
- Eso sería genial. - Respondí yo, echándo un pie atrás y apoyándome en él.
- Está al lado tuyo. - Dijiste apuntando a mi lado derecho. Sonreí y empecé a caminar en dirección a mi casa, diciéndote adiós con mi mano.

Creo que sigue acá. Y el muy maldito me hizo llorar anoche cuando estaba llevando la ropa a la lavandería. Fue agradable, hace tiempo no lloraba y se me acumulaban las lágrimas en los ojos y eso hace mal... ¿Cómo puedo ver hadas si tengo los ojos todos cubiertos?
Cuando mi mamá me vio me preguntó que me pasaba y yo me encogí de hombros. Me abrazó y me compró una galleta de la fortuna en el restaurant chino de la esquina. Decía; "No existen callejones sin salida; sino que salidas invisibles".

martes, 24 de marzo de 2009

¿Haz tenido miedo últimamente?

Creí oírte entrar por esa puerta, esa vez cuando ya no había muchas estrellas en el cielo. El lago infinito de tus ojos se las robó casi todas. Como queriendo volver a sacarlas con una lágrima. Te oí entrar, estoy segura, estaba esperándote. No tienes idea de lo solitario que es ser yo. Mientras más creces, menos te acercas a mí. Crees que no existo, pero sigo aquí oculta, bajo tu cama. A veces ciega, como esa noche. Otras veces veo hasta lo que no ocultas. Sí, ese día tuviste miedo, te escuché hablarme, pero yo estaba semi dormida y tú te enojaste. Como si yo tuviese derecho a enojarme contigo... Y siempre pareces estar dormido (o tal vez empiezas a morir); ya no traes unicornios para que juguemos, sólo te llenas de llamadas telefónicas y traes a otras chicas. Recuerdo cuando decías que te daban asco (creo que sólo les temías. Como a mí, al principio). Aún guardo tus secretos en mis cajones. Incluso el primero que me contaste, cuando te viniste a ocultar bajo la cama y tus padres discutían afuera.

Ser tu amiga imaginaria al principio era mágico, ahora me deprime un poco.

De vez en cuando vuelves, creo.

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Ok, lo admito, esta idea salió de una mezcla entre el video que me mandó Fernando el otro día y mis recuerdos sobre una amiga imaginaria de la infancia.

jueves, 19 de marzo de 2009

Me corté mal la chasquilla


Es que creo que estas cosas sólo me pasan a mí.

Es como si me hubiese cortado la chasquilla alguien con parkinson. Intenté fotografiarlo, pero debe estar tan chueco que nisiquiera la cámara fotográfica quiso enfocarse en eso.
Cuando los pedazos de pelo escapaban de las filudas manos de las tijeras empecé a reflexionar "Dios, no debí haberme cortado esto en la mañana, cuando aún estoy semi dormida y no logro distinguir si esto es 'la vida real' o sigo soñando."

Entonces podríamos decir que es mi culpa.

Pero lo bonito es que va a volver a crecer...
En un par de meses [inserte risas aquí].

Bueno, las anécdotas son siempre agradables... para ustedes, porque yo tendré que conformarme con ver mi monstruosa (¿Mutante no sería una mejor palabra?) chasquilla en el espejo.

miércoles, 18 de marzo de 2009

¿?

El ser humano es la única especie que tiene una gran capacidad de cometer errores. Incluso, creo que somos los únicos que nos equivocamos dos o más veces en lo mismo (hasta por elección). Los animales no son así; cuando sienten que algo les hace daño, dejan de hacerlo inmediatamente y lo rehúyen probablemente por mayor parte de su vida. ¿Quiere decir que los animales son más inteligentes que nosotros?

Los errores son cometidos por amor. Y vaya que complicado suena eso. Cuando termine de explicármelo a mí misma, podré escribirlo bien.

sábado, 7 de marzo de 2009

Vacío

Lo tomé en mis manos y jugué con él un rato. Me gusta jugar con tu ausencia, es como si mis ojos buscasen la definición de nada, cuando la nada no se ve, sino que se siente. Y ni siquiera se siente. Es la ausencia de todo. ¿Quién podría definir nada? Quien lo haga merecerá un gran nóbel, y probablemente mi envidia.

Me paso horas en la noche pensando en nada. Tratando de desenmarañar sus misterios y llego precisamente a esa palabra; nada. Pienso en ausencia, pero cuando hay ausencia de alguien, hay mucho de sentir que lo extrañas, entonces de nuevo; la ausencia no significa a nada.

Pienso en palabras vacías, pero de todas formas llenan el silencio y ya no son nada. Ni siquiera el silencio es nada porque aunque haya silencio auditivo, probablemente hay cosas que no escuchamos. Y no todo se trata de lo que oímos sino que tambien de lo que vemos. ¿Cómo puedes ver nada? No es algo ni muy oscuro ni muy claro. Me frustra el no poder describir cómo sería el ver nada.

Tal vez la nada es eso que se nos pasa de largo, cuando ya no queremos ver y pensamos en nada. (Para mí, es imposible pensar en nada, pero tal vez alguien pueda lograrlo algún día).

jueves, 5 de marzo de 2009

-

- ... Ya, ven. - Dijo su voz rasposa, haciéndome pegar un salto. No lo esperaba ahí.
- ¿Qué? - Dije confundida.
- Pareces autista sentada ahí, y un poco suicida si miras al abismo de esa forma. - Dijo estirando su mano hacia mí. Aún no lograba maquinar en mi cabeza todo lo que el abuelo había hecho para irme a buscar. Estaba sentada en la baranda que da hacia la playa chica, mirando hacia abajo, rodeada de un frío penetrante.
- ¿Cómo supiste que estaba aquí? - Prgeunté con curiosidad. Mi abuelo se rió y apuntó hacia arriba; afinando un poco más mi mirada pude descubrir que desde la casa se veía el lugar donde yo estaba. - Ah... claro...
- Ven. - Dijo tirándome de la mano. - Vamos a caminar.
- Bueno - Dije en realidad sin opción alguna. Pensé que me iba a lanzar un discurso largo y feliz que pudiese animarme, (como solía hacerlo mi abuela), pero en vez de eso, sólo camino y me dejó tomarlo del brazo. Empezaron a caer delgadas gotas de agua desde el cielo y él, como toda respuesta a este estímulo del clima, sonrió. - ¿Por qué miras tanto esos anuncios de venta de terreno, abuelo? - Prgeunté con curiosidad la décima vez que se detuvo a mirar un terreno en venta.
- Para comprarlo.
- ¿Para qué? Si ya tienes una casa...
- Para tí, ¿Cómo te verías viviendo en un lugar como éste? - Rió. Me encongí de hombros.
- No está mal, estoy a tres pasos del paraddero de micro... buen clima, chimenea... nada mal. - Sonreí, probablemente por primera vez desde que volví a la casa.

martes, 3 de marzo de 2009

Que no se malinterprete.

Hoy ya no existe el adiós.
A veces me pongo a pensar en los sentimientos de la persona que inventó el msn (no me vengan con que "no los tiene" porque TODOS tenemos). Me pregunto a qué necesidad específica espondía el crear una herramienta para mantener contacto con la demás gente por mucho tiempo.

Tiendo a "enojarme" mucho con cosas poco cuerdas... como por ejemplo; con programas de computador. Le he hecho la ley del hielo al Windows Media Player, al Flash Media Player, al Internet Explorer (y luego lo cambié por el Mozilla), incluso al Adobe Reader (ese se me pasó como en dos horas). Pero con el que más suelo enojarme es con msn...

Y cuando me enojo con msn le veo todo el lado malo al estúpido programa.

Desde que existe Msn (y peor, facebook) no existe el adiós. Murió, la gente ya no lo usa... es una reacción bastante cobarde... Sí, inventor del Msn, eres un cobarde.

Ahora cuando sabes que probablemente será la última vez que verás a alguien; para no derramar tantas lágrimas o tener que hacer un discursillo bonito explicando qué tan buena persona te parece aquél, o por qué es tan especial para tí, simplemente le pides la dirección de correo electrónico, para tenerlo en tu larga lista de contactos... Y resulta que algunas amistades necesitan decir adiós, porque luego ya no son sanas. Entonces, de a poco ya no lo saludas en el msn (a propósito) y después, se te olvida quién está atrás de ese nickname que ocupa espacio en tu lista. Después de un rato. Bam! lo eliminas porque cuando te dijo "Hola" de nuevo, no podías recordar ni su nombre. Entonces el adiós fue cobarde y casi ni se mencionó. Qué mala educación.

No es que diga que no quiero que exista más (por eso mismo me enoja tanto), porque creo que, al haber nacido en el momento en el que nací, a puertas del siglo XXI (eso, echándole la culpa al otro... qué humana soy), soy algo dependiente a no decir adiós...

Entonces cada vez nos duele más despedirnos de alguien. Cada vez hacemos más "show" cuando terminamos una relación de pareja o amistad. Porque sabemos que no querremos ver más a esas personas; es aquí cuando msn y facebook pierden el juego. Podríamos decir que el amor realmente lo vence todo... (llámenme cliché, ya qué).

Tengo que admitir queme cuesta millones decir adiós. Que me duele borrar a alguien de mi lista de contactos (por eso, prefiero no hacerlo, y sé que ciertas personas si olvidan quién está oculta bajo mi nickname de msn). Aveces pienso quelo mejor sería desconectarme completamente de todo (eso incluye, dar de baja mi celular). Pero no sé qué haría, porque... ya perdí la costumbre.

¿Entienden por qué me enoja tanto el msn?

lunes, 2 de marzo de 2009

Broma



Nunca había hecho una broma antes, no de esta envergadura; generalmente las bromas me la hacen a mí. Y mientras planeábamos todo este asunto escuchaba la voz de un famoso comentarista de fútbol gritándome al oído "Justicia divina".
Bueno, Miguel nunca me hizo nada... pero es igualmente divertido.

Tomamos toda la ropa que estaba encima de la cama y se la colgamos en el árbol que está atrás de la cabaña. Era cosa de que mirase por la ventana e iba a encontrar todas sus pertenencia perdidas.

sábado, 28 de febrero de 2009

Frío.



Me gusta cuando Niebla le hace honor a su nombre.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Hoy.

Aún no logro entender cómo me demoré tanto en apreciar realmente el paisaje que tengo frente a mí en la casa de mi abuelo en niebla. Creo que pasé todo el día de ayer viendo cada pedazo de aire que rodeaba la isla de mancera. Mi abuelo ya pensaba que había entrado en crisis. Pero la verdad es que es todo simplemente especial.

No quise recordar que ayer era ayer por muchas razones que no quiero mencionar para no volver a recordarlo. Pero el tema es que ayer pasé de un gigante cambio de lágrimas a risas.

Tengo que atribuirselo a ciertas personas que probablemente ni saben toda la importancia que tienen en mi corazón. Pero generalmente las cosas funcionan así, y me resigno a decirle cuánto los quiero, a la distancia.

Quizás hoy vuelva a pasar todo el día en el patio, sentada sin si quiera darle importancia a las arañas que caminan con velocidad por el suelo. Ya no me interesa.- ¿Cómo podría si tengo un temendo espectáculo en frente?

No he tenido tiempo de leer, sólo escribo.

Y hoy hablo de mí porque es lo único que a veces creo conocer más (imagínense cómo conozco a la demás gente). Hoy hablo de mí, porque anoche no soñé con nadie más que conmigo, y aunque generalmente eso me da miedo, esta vez fue diferente.

Hoy hablo de mí y digo: Hoy no me gustan las uvas. Quiero comer pan con manjar colún, quiero ir al cementerio a ver a mi abuela Rosa, y hoy tengo las manos más tibias de lo común.

Edito: Olvidé decir que hoy le cambié los colores a mi blog.

martes, 24 de febrero de 2009

Corazón.

-No entiendo... ¿Qué tiene de malo?
- Los corazones normales hacen bum bum / bum bum.
- ¿Y el mío no?
- No, el tuyo hace, bumbum bumbum / bumbumbumbum
- ¿Como un redoble?
- Como un redoble...
- ¿Y por qué es eso malo?
- Porque tus válvulas no se cierran bien en el momento en el que deberían cerrarse.
- ¿Y ha estado así desde siempre?
- No, es una atrofia que aparece con la edad. No es que estés vieja... pero eres adolescente y delgada, generalmente este problema aparece en gente como tú.
- Gente como yo...
- Gente... como tú.
- ¿Voy a estar bien? ¿Mi corazón va a estar bien?
- Hay riesgos, pero no son 100% probables. Quizás nunca te pase nada.

Sabía que había algo extraño con mis válvulas... Se supone que cuando la sangre se va de un lugar, no debería retroceder. Pero yo y mi afán por tirar las cosas de vueltas me tienen el corazón fallado. No me extraña.

jueves, 12 de febrero de 2009

Me gusta...

Me gusta cambiar el mensaje que se ve en celeste, en el lado derecho de mi blog. Creo que empezaré a cambiarlo todos los días.

¿No les ha pasado que están muy felices que no saben cómo controlarlo bien y se sienten como... cansados y... desanimados? Vaya, es una pregunta muy específica y no creo tener que explicar el por qué la hago.

La verdad es que hoy no tengo nada muy claro. No siempre me pasa que lloro con "creep" de radiohead. Y cuando sucede, lo considero peligroso.

Maybe I don't belong here.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Thanks

El olor de ese pasillo no me estaba gustando nada. Era como una mezcla de cansancio y mala música. Perfumes como de esa gente que usa zapatos con tacos pero sólo esperan ansiosamente el llegar a casa para poder dejar sus pies libres. Me gustan los pies de los niños. Me cansa ver zapatos agotadores y pies dañados. No me gusta... y a veces me veo obligada a hacerlo. Cuando los míos ya no pueden más y me arrojan contra el asfalto. Caigo como un palitroque que alguien botó con una pelota negra. No me gusta el quedarme en el suelo.... mucha gente camina cerca mío con pasos monótonos y apurados. Como si quisieran escapar y en realidad siguen caminando hacia su cárcel. Rara vez veo zapatos que incluyan una buena banda sonora, generalmente sólo escucho sonidos de calculadoras y ordenadores.

Pestañeaba lento, de todas formas no me perdía de mucho. Dios, realmente quería pararme. Pero mi cuerpo seguía tieso, sin voluntad. Y de pronto... había un sonido diferente. Caminaba hacia mí, con los cordones desabrochados y teñida de un azul gastado. "Hola" dijiste y me estiraste la mano que tenía un olor familiar. Reí y dije "Hola", no quería tomar tu mano aún, me gustaba tener claro que todo era un misterio hasta que mi cuerpo reaccionara y pudiese levantar la cabeza para verte. "¿Te caíste?"... dijiste arrodillándote a mi lado. "No lo sé. Al parecer. Según yo, el suelo se cayó sobre mí." Reí y agregué algo que no tenía mucho sentido. "Al suelo le gusta hacerse el mártir... se queja porque caminamos sobre él todos los días y algunos ni siquiera se dignan a mirarlo, creo que por mirarlo se cayó encima mío".

Entonces tomé tu mano...


Me desperté sobre saltada, la cama estaba calurosa, como siempre, y recordé que tenía el computador encendido y el msn abierto. Tu ventana parpadeaba de color naranjo. Sonreí y la abrí.

martes, 10 de febrero de 2009

¿Les ha pasado?

Que todo se siente como si estuviésemos soñando. Y que cualquier cosa realistamente ridícula puede pasar en cualquier momento?

Me he sentido así todo el día. Y también han pasado cosas que me parecían imposibles.

No sé si me gusta esto de sorprenderme tanto en un simple día. Es demasiado.

domingo, 8 de febrero de 2009

Muñeca.

De repente me despierto y veo a la muñeca Rosie de mi hermana apoyada en la pared, como si estuviese castigada.
- ¿Cata? ¿Por qué tu muñeca está así?
- Es que... antes estaba parada normal, pero me seguía mucho con la mirada y como que me quería pegar, entonces la di vuelta para que no pueda mirarme más. - Dijo tomando un poco más de coca cola.
- ¿Le tienes miedo?
- No, no. No es eso... es que... en realidad sí.
- No le tengas miedo. ¿Te gustaría que alguien te tuviese miedo a tí?
- La verdad es que no. Me enojaría.
- Quizás por eso ella parece enojada. Mejor anda a hablarle. - Le dije. Me preocupaba, porque la Cata no es alguien que pasa muchas horas de su vida sola, y ese día, extrañamente, estaba ahí sentada con un vaso en las manos.

Mas tarde, vi a la muñeca sentada en el sillón, tapada con algunas chaquetas.
- ¿Qué le pasó a tu muñeca?
- Está muy delgada, creo que está enferma.
- ¿Qué tiene?
- No lo sé. Me dijo que estaba estítica. Tiene la nariz tapada.
- Pero cuando uno está estítico es cuando no puede ir al baño a hacer "número 2".
- Es que mira... cuando se le pone la nariz roja... es porque quiere ir al baño, ¿ves? - Dijo con una seriedad envidiable. Intenté no reír, y para evitarlo, me metí un pedazo de pan en la boca.

- ¿Por qué la arreglas tanto?
- No me gusta que esté fea.
- Es muy bonita de todas formas.
- No cuando se enoja. Nadie es bonito cuando se enoja. Menos yo.
- Tú sí. Te ves adorable... así como los dibujos animados. Sobre todo cuando pataleas en el suelo.
- Tú también lo haces.
- Es divertido.
- Pero tú eres bonita.
- No, yo estoy un poco crecida para eso.
- ¿Cuando crezca seré más fea?
- No.
- Me gusta mi muñeca porque no va a crecer ni va a cambiar, fue hecha bonita... y no quiero que se vea fea, porque al menos así me siento un poco mejor yo.
- ¿Qué tiene que ver el que ella sea bonita?
- Que aún así se quiere juntar conmigo... quizás no soy tan fea.
- No eres fea. Para nada. Te lo prometo. - La Cata me abrazó y se quedó dormida un rato.
Marisopas

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