martes, 19 de mayo de 2009

Inocencia

Querido David:

Imagina un día nos perdemos por ahí. Así como se esconde el cielo tras las nubes. ¿Somos así tan grandes como el cielo? Yo me siento muy chiquito, pero mi mamá dice que hablo mucho. Tal vez lo que digo me hace ser grande. Así tan grande como el cielo. Yo creo que en realidad no es tan grande. Se parece un poco a esos algodones de azúcar que me compra mi hermana, cuando los apretas son realmente chiquitos. Después de todo, el cielo es sólo aire. El aire se aprieta... ¿En qué se convierte el aire cuando se aprieta? ¿Es agua? ¿O fuego? ¿Cómo se podría apretar el aire? ¿Crees que los aviones "aprietan el aire" para poder volar? A mí me dan miedo los aviones, y eso es raro porque mi papá es aviador.

La verdad es que ni siquiera sé si puedo escribir bien. Antes de enviarte esta carta le dije a mi abuelita que tratara de hacer que se entendiera un poco más. Ella dice que pienso muy rápido y escribo muy lento. Tal vez se me enredan las cosas. ¿Vas a venir a mi cumpleaños? A mi hermana se le escapó que van a traer a un mago, como de esos reales... que hacen desaparecer las cosas. ¿Me podrá desaparecer a mí? ¿A dónde voy si me hace desaparecer?

Me dijeron que no te ahogara tanto con preguntas. Dijeron que estabas cansado con todo esto de la universidad y que mejor fuera breve. Pero te extraño, David. ¿Cuando se acaba la Universidad? ¿Y si le digo al mago que la haga desaparecer?

Con cariño, Willy

PD: Sí, ahora me llamo como Willy Wonka.


Terminó de leer confundido. ¿Quién recórcholis era David? Fuera quien fuera; tenía claro que no era él. De todas formas, sacó un lápiz y una hoja en blanco para responder.

2 comentarios:

JGV dijo...

me sorprendio mucho el final, y la carta era muy linda :)
por cierto, si que sabes escribir, la abuela de willy no cacha nada jajajaja

J. dijo...

me encantó!

Marisopas

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