sábado, 19 de enero de 2013

Ella tenía un zapatito de cristal

Siempre es la misma historia. Me cuenta sobre aquella vez que me puse a jugar con sus adornos de cristal. Uno de ellos tenía la forma de un zapato. Me cuenta que tomé el zapato de cristal en mis manos, y lo miré detenidamente, yo aún no sabía ni hablar, o eso me dice ella. Lo analicé por mucho rato, y después de varios minutos, llevé la figurita a mi pie y lo comparé con el zapato que yo llevaba puesto. Ella me dijo que desde ese día supo que yo iba a ser la única inteligente de los primos. Por mas que le digo que de hecho, soy de las peores, no me cree. Dice que yo soy su favorita, aunque sea incorrecto decir que tiene una favorita, pero siempre habla de que yo estuve ahí siempre para ella. Y se acuerda del zapato de cristal. Rara vez recuerda más cosas sobre mí, para ella soy la niña que reconoció el zapato de cristal, y se lo puso en el pie.

La quedé mirando, preguntándome en qué momento la perdí.
- ¿Se matriculó este año, para entrar a la Universidad? Usted es tan inteligente... cuando era chica, yo tenía un zapato de cristal, y usted lo recogió y se lo puso en el pie.
- Abuela, tengo 21 años. Ya entré hace rato.
- ¿21? ¿Desde cuándo? - Me dijo, y la tristeza se asomó en sus ojos.
- Desde mi cumpleaños.
- Ah... ¿Y su mamá? ¿Está pololeando?
- No, ella está sola, igual que yo.
- ¿Y cómo está su otra abuelita? Siempre me acuerdo de ella, la Elsa sonreía todo el rato...
- Mi abuela murió, hace 4 años, ¿se acuerda?
- ¿Cómo? ¿Y por qué no me avisaron?
- Si le dijimos, fuimos al funeral juntas, ¿se acuerda?
- Ah, si, si. ¿Y su mamita quedó solita con tanta pena? ¿O encontró pololo?
- No, ella está sola.
- Usted está triste. Algo le pasó. ¿No quedó matriculada en la Universidad que quería? ¿Cómo le fue en la PSU?... usted cuando chica era tan inteligente... yo tenía un zapato de cristal y...
-Si, estoy triste abuelita, pero no por la PSU...
- ¿Qué le pasó? ¿Su otra abuelita sigue muy enferma?
- No, Tata, lo que pasa es que su hijo piensa que soy una mala mujer.
- ¿Mi hijo? ¿Cuál de mis tres pequeños? El mas chiquitito se le inflamó la cabeza porque lo picaron los zancudos. ¿Lo viste?
- No, ese no, el del medio. Está enojado conmigo. Me dijo cosas muy feas. Y tengo pena.
- Señorita, no tenga pena... yo me acuerdo que cuando el Labrín se fué y me dejó sola, también tenía mucha pena. Pero después se me pasó. Y bueno, él tiene otra mujer, ¿Tú la conoces?
- Si, pero es fea y facha.
- Me gusta conversar con usted señorita, se parece a mi nieta que es tan inteligente...
- Ah, si, conozco a su nieta, no es inteligente, es re pava.

1 comentario:

Unknown dijo...

Abrí el reader y sin querer me apareció este texto dentro de los destacados (no me acordaba que estaba suscrito a tu blog XD).
Ojalá este bien tu abuelita....
acuérdate que me debes una junta ;)
Saludos :)

Marisopas

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